Bienvenidos al corazón de un ecosistema único y vital: el Humedal de Techo, ubicado en la localidad de Kennedy, Bogotá. Este espacio natural, con sus 11.69 hectáreas, forma parte de los 15 humedales urbanos que pertenecen a la estructura ecológica principal de la capital. Sin embargo, enfrenta desafíos importantes derivados de la urbanización, la contaminación y la falta de conciencia ambiental.

Los humedales, como el de Techo, son mucho más que simples extensiones de agua y vegetación. Son ecosistemas vivos que desempeñan funciones esenciales para nuestro planeta: regulan el ciclo del agua, mitigan los efectos del cambio climático, protegen contra inundaciones y albergan una inmensa biodiversidad. No obstante, estos ecosistemas en Bogotá, y en particular el Humedal de Techo, han sido reducidos por el crecimiento urbano descontrolado, las obras públicas y la presión económica que prioriza intereses particulares sobre el bienestar colectivo.

En el caso del Humedal de Techo, la situación es crítica. Aunque fue reconocido oficialmente en 2004, su conservación ha sido objeto de debates y desafíos. La falta de medidas contundentes por parte del Estado colombiano ha permitido que su extensión y biodiversidad sigan siendo amenazadas. Esto ocurre en un contexto donde la ciudad enfrenta una crisis hídrica agravada por la degradación de ecosistemas clave como humedales y páramos, vitales para garantizar la calidad y disponibilidad de agua.